Barcarrota

Barcarrota es un pueblo extremeño de la provincia de Badajoz. Cuenta en la actualidad con 3.643 habitantes. En los alrededores hay vestigios prehistóricos y romanos, especialmente una colección muy interesante de dólmenes y algún que otro menhir.

Como núcleo de población, todo apunta a que nace con la reconquista allá por el siglo XII, al amparo y protección del Castillo. Desde un principio alterna ser villa de realengo con la de señorío.

Fue pueblo fronterizo con Portugal hasta el 6 de junio de 1801, año en que se firma el Tratado de Badajoz, que puso fin a la Guerra de las Naranjas y por el cual se modifica la frontera con el reino vecino. El hecho de ser pueblo fronterizo marcará parte de su historia: incendios, saqueos, prosperidad, pobreza, levantarse y caer.

Podemos marcar tres niveles en la historia de Barcarrota. En primer lugar la aparición de la Virgen a un pastorcito que estaba cosiendo su albarca rota, de aquí deriva el nombre de nuestro pueblo; en el lugar de la aparición se levantó una capilla que hoy es un hermoso templo dedicado a nuestra patrona la Virgen del Soterraño.

En segundo lugar, la Conquista de América, a consecuencia de la cual cientos de barcarroteños emigraron al Nuevo Mundo en busca de riquezas y aventuras, encabezados por su hijo predilecto Hernando de Soto.

Y por último la gran labor cultural y científica que los judíos conversos y falso conversos desarrollaron en estas tierras del sur de Extremadura, como lo demuestra la aparición de la Biblioteca de los Peñaranda en Barcarrota.

Barcarrota está ubicada en una encrucijada de caminos, hecho que ha sido determinante para crear su espíritu abierto, acogedor, culto, señorial y moderno que le caracteriza.

Texto: Julio Murillo

Fotografías: Julio Murillo y José Carlos Murillo